viernes, 21 de diciembre de 2007

Se caía de maduro

Cuando terminás de tener sexo es situación harto conocida que el estómago comienza a quejarse y retorcerse pidiendo ya no alimento si no industriales cantidades de comida para saciar un apetito que hasta entonces uno ignoraba que podía contener en su interior.

Pero ojo, porque todos también experimentamos luego, al llegar ese punto de relajación que sobreviene al instante cúlmine de placer, un cansancio mortal que se apodera de nosotros, que nos hace pronunciar palabras ininteligibles cuando nos hablan y que nos hace, eventualmente, sucumbir a los encantos oníricos.

Aunque, fuerza el honor decirlo, es también muy común que se nos despierten unas terribles ganas de ir a vaciar nuestras vejigas, como si hubiésemos atracado un container de Quilmes con posterior panzada cervecera para festejar nuestro éxito como piratas del asfalto.

Para decirlo lisa y llanamente, tener sexo te da ganas de comer, dormir e ir al baño. O sea que el sexo es un generador de necesidades básicas.

Conclusión:

La necesidad es la madre de los inventos. Y el sexo es la madre de las necesidades.

Ergo, el sexo es la abuela de los inventos.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Inventos que me hicieron famoso

Aquí debajo voy a hacer una lista de las cosas por las que la gente me va a recordar durante siglos, una vez acaecido el nefasto instante en que exhale mi último suspiro.

Estos son algunos de mis mejores inventos:

- El desodorante a rosca.
- El sifón multiplexado.
- La mousicleta.
- La cápsula protectora de carozos.
- YouTube.